Vielha - Beret 2016 - Parte III

Hoy toca finalizar el viaje.
El jueves amanecimos nevando también, pero con mejor luz.Para que veáis la cantidad de nieve que llega a caer, lo que se ve en la foto es una casa que siempre vemos por el camino y la nieve le suele llegar al techo.


Paula aprovechó para hacer su particular ángel en la nieve.


Antes de comenzar las clases  nos hicimos las fotos con los profes, ya que corría el riesgo de olvidarme el viernes.

Jose y Paula.

Laura y yo.

Creo que me repito, pero me da igual, Laura y Jose han hecho un gran trabajo con las dos.
Jose ha sabido entender a Paula y gestionar su cansancio, eso ha contribuido a que ella se lo pasara genial y quiera volver, a parte de haber aprendido mucho.
Laura conmigo ha tenido mucha paciencia y ha llevado muy bien mis miedos y límites no forzándome a hacer nada que no quisiera, así que eso más que se me ha dado mejor que el año pasado implica que el año que viene, si la economía lo permite, volveré e intentaré llegar al Moët!


La mañana de esquí transcurrió bien, después de ver como estaba en la pista verde subimos a una azul muy larga y ancha. Me caí al salir de la silla, y menos mal que llevaba casco porque corres peligro, sobre todo si te quedas en la salida, que la silla te golpee la cabeza.
Ya comenzaba mal, pero bueno me levanté y el primer trozo de pista genial.
Entonces llegas al primer muro (cuesta) y piensas que la caída va a ser espectacular. Es ahí donde el trabajo del instructor entra, como no iba segura pues bajé en cuña, yo sola y sin caerme! Ahora fue decir Laura que la cuesta se había terminado cuando me relajé y caí. Pero bueno fue algo menor, y conseguí superar mi primera pista azul con un éxito moderado.
Después de comer Javi se llevó a Paula a esquiar un poco y luego aprovechando la cantidad de nieve que había hicieron un muñeco de nieve.


Se me ha olvidado decir que era nuestro aniversario, así que después de bajar de pistas y asearnos, salimos a celebrarlo por Vielha.
Laura nos recomendó un bar de cervezas artesanas Refu Birreria y fuimos para allá.



En las fotos se ven algunas de las cervezas artesanas de las que disponen y nosotros que queríamos probar un par, así que pedimos de las pequeñas.
Después nos fuimos a cenar, el lugar inicialmente elegido estaba a tope y sin reserva imposible, así que acabamos en un bar conocido, Basteret,  donde nos apañaron una mesa.
Aquí os dejo las fotos de lo que degustamos.






Para terminar la noche y la ingesta alcohólica volvimos a Refu Birreria (chicos nos habéis ganado) a tomar la última, y allí me encontré con Laura, así que la velada fue genial.
El viernes era el último día de esquí. Yo amanecí medio resacosa y con principio de sinusitis así que no tenía muchas ganas de nada.
Al llegar a las pistas habían pisado la nieve, eso significa que coges más velocidad y para mi es un mayor esfuerzo controlar los esquís.
Así que nos dedicamos a mejorar técnica de giro en las diferentes pistas verdes que había.
El final de la mañana traía una sorpresa de mano de Jose, el instructor de Paula, nos los encontramos en pista, aquí la foto, y me comentó que me había enviado un vídeo de Paula esquiando.


Y aquí la tenéis bajando la pista azul, la verdad es que para ser su primera vez lo hace genial.


Y la mañana acabó pronto, después de las clases comimos tranquilamente por que a las tres volvíamos al hotel para cambiarnos y salir para Barcelona.
Hago un inciso y que se me había olvidado comentar que estuvimos en el Hotel Ribaeta de Vielha.
No es un hotel con lujos, el desayuno es simple y la cena (que debías decidir el día anterior) consistía en un menú con dos o tres platos de primero y de segundo a elegir. Pero para el coste del lugar estaba bien, yo sólo le encontré un fallo el primer día, mi bacalao estaba muy poco hecho, así que lo evité el resto de días. Con las cenas de Paula tampoco tuve ningún problema, siempre había una pasta, sopa o crema que podía comer, y como es de un sólo plato, el segundo lo disfrutaba algún mayor que se quedaba con hambre.
Así que es un alojamiento recomendable para presupuestos muy ajustados, ya que a parte de la comida está limpio y muy bien situado en el centro de Vielha.
La vuelta en autobús se hace larga, por el cansancio, pero la llevamos bien (bendito iPad).
El barco de vuelta, era más pequeño que el anterior y eso se reflejó en las camarotes estrechos, pero como para mi hija eso era fiesta, no le importaba que nos estorbáramos ni que hubiera que entrar de canto.

Y así termina nuestra aventura, ya sólo me queda agradecer de nuevo el trabajo de Laura y Jose instructores de Copos Skicenter, ya que gracias a ellos Paula tiene ganas de volver y yo no me he vuelto a fustrar.

Saludos!!

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Sobre mí

Hola! Soy una mamá informática que no para quieta. Este blog es un reflejo de todas mis aficiones. Espero que lo disfrutéis.

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